«Examíname, oh Dios»
Por Leonard Ravenhill
El Espíritu Santo no nos engaña ni disimula nada si nos sometemos a Su infalible escrutinio. Jesús le dijo al ciego, «¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista» (Mc. 10:51).
Pidamos vista, vista espiritual, interior y exterior. Entonces, como Isaías, miraremos arriba y veremos al Señor con toda Su santidad; miraremos a nuestro interior y veremos nuestra necesidad de limpieza y poder; miraremos fuera y veremos a un mundo que perece y necesita un Salvador.
«Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno» (Sal. 139:23-24).
Entonces habrá unción en el púlpito y movimiento en los bancos de la iglesia.
– Tomado del Por qué no llega el Avivamiento por Leonard Ravenhill. Copyright © 1980 Editorial Caribe. Publicado por Editorial Betania.