«Dedicado a fortificar y animar al Cuerpo de Cristo.»

¡Una Citación De Oración A Los Cristianos Americanos!

Por Sarah Foulkes Moore (1890 – 1973)

    ¡Los Estados Unidos está en una encrucijada! Es bien renacimiento o la disolución de la iglesia, el hogar y el gobierno.

    La historia registra que en los tiempos de crisis en los Estados Unidos en el pasado, Dios se ha movido para evitar una catástrofe superando a Su pueblo. En tales tiempos de crisis, Él ha encontrado a unos que trabajarían con Él en llevar nuevas misericordias a Su pueblo. En cada crisis nacional en el pasado Dios ha encontrado a unos que se pondrían en la brecha y harían un seto contra el adversario. Sobre ellos Dios se ha movido por despertar en ellos un profundo sentido de necesidad, que a la vez les ha motivado a interceder por Su intervención.

    El mundo y la iglesia están en un gran conflicto. La guerra espiritual se está intensificando. Los poderes de las tinieblas se están concentrando para la última lucha horrible. La iglesia tiene un arma poderosa con la que lucha. Si ella solo se pusiera de rodillas ella saldrá victoriosa. 

    La necesidad es para intercesores divinos en cada iglesia y en cada hogar estadounidense y en la comunidad. Más que cualquier otra necesidad es la de los hombres y mujeres de oración y de la fe que se pongan en la brecha y detengan a los espíritus espantosos de la anarquía, la inmoralidad, la infidelidad y la corrupción que enjambran sobre la tierra.

    «Yo he buscado entre ellos a alguien que se interponga entre Mi pueblo y Yo, y saque la cara por Él para que Yo no lo destruya» (Ez. 22:30).

    Ésta era la condición lamentable en Israel. Nadie se pudo encontrar para ponerse en la brecha por la tierra, por lo tanto fue destruido. ¿Es posible en esta hora de caos y crisis más grave, que no haya hombre o mujer en su comunidad o en su iglesia que se pusiese en la brecha? ¿No hay hombre o mujer que, viendo el peligro, se entregaría continuamente a la lucha por medio de la oración contra principados, contra los gobernadores de las tinieblas, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales? (Ef. 6:12).

    La mayor necesidad en cada iglesia, en cada comunidad, y en cada hogar, es para un liderazgo de oración que motivará al pueblo de Dios en la oración. Hablar de las condiciones, lamentar la falta en América de un despertar espiritual no es suficiente. La cosa más difícil de hacer es conseguir que los hombres y las mujeres oren. No es el tiempo cuando la gente se da para orar fácilmente. Pocos hombres y mujeres realmente orarán. La mayor necesidad espiritual en América es para un liderazgo de oración que llevará a los predicadores y a la iglesia de vuelta a la oración.

¡La verdadera oración es armarse para guerra!

    La verdadera oración significa esfuerzos de devoción seria de tiempo, de corazón y de alma que no le gusta para nada a la carne. Para someterse bajo el peso de la oración es un labor demasiado intenso para nuestra membresía y ministerio actual, amantes del placer, consentidos para el relajo. Se involucra demasiada dificultad. A los hijos de Sión hoy no les gusta los «vestidos de fiesta solemnes» de llanto, luto y ayuno que capacita a Sión a llevar adelante.

    «¡Ay,» pronunció el profeta , «a los que reposan en Sión» (Amós 6:1).

    ¡Que Dios ayude a Sión a esforzarse en esta hora de crisis en los últimos tiempos! ¡Que Dios nos ayude a ver la necesidad y la necesidad de la oración y que Dios nos ayude a cumplir con las condiciones! La necesidad tan importante es para los hombres y mujeres cuyos corazones están bien con Dios para hacer de la oración una pasión suprema de la hora – hombres y mujeres cuya suprema labor para Dios y para el país es llorar, «Compadécete, Señor, de Tu pueblo. No entregues Tu propiedad al oprobio, para que las naciones no se burlen de ella» (Joel 2:17).

¡Convoquen las fuerzas de la oración!

    Orar es la cosa más grande que podemos hacer para salvar a los Estados Unidos y evitar el caos nacional y la crisis. Hay un montón de predicadores y escritores que se ocupan de manera elocuente con la necesidad de renovación, pero no son muchos los que se entregan a esta hora catastrófica a la necesidad de la oración. Hay un campo de batalla principal hoy en el país, y es el campo de batalla de la oración. Las fuerzas de oración deben ser convocadas. La iglesia debe movilizarse de rodillas. Los cristianos de todas partes se deben poner a orar.

    El avivamiento viene en respuesta a los llantos del corazón del pueblo de Dios. Las peticiones más insistentes y urgentes, las exhortaciones más fervientes necesitan resonarse en esta hora para poner a los santos en todas partes a la oración.

    «Den la voz de alarma en Mi santo monte... pues ya viene el día del SeñorCongreguen al pueblo, purifiquen la asamblea; junten a los ancianos del pueblo ... Lloren, sacerdotes, ministros del Señorentonces el Señor mostró amor por Su tierra y perdonó a Su pueblo.... Les enviará la lluvia, la de otoño y la de primavera, como en tiempos pasados.  Las eras se llenarán de grano; los lagares rebosarán de vino nuevo y de aceite. Yo les compensaré a ustedes…derramaré Mi Espíritu sobre todo el género humano…Y todo el que invoque el nombre del Señor escapará con vida» (Joel 2:1-32).