¿Crece Tu Fe?
En la parábola de los talentos, la porción que el Señor dio a cada siervo que hizo uso de ella, fue duplicada por haberlo hecho. Todos los días usa toda la fe que Dios te ha dado, y la verás duplicarse. La fe siempre agrada a Dios.
Por C. Nuzum
Pablo dijo que la fe de los tesalonicenses crecía abundantemente (2 Tesalonicenses 1:3). El crecimiento es causado por una alimentación adecuada, que se proporciona con regularidad, y también por el ejercicio. Una madre cuidadosa proporciona a su hijo una buena alimentación frecuentemente. Si el niño no crece, inmediatamente tomaría atención de lo que se le ha estado alimentando.
En estos días, Satanás está tratando de hacer que los hijos de Dios miren la fe que ellos tienen, especialmente a la cantidad que tienen, y parece que ha tenido resultados porque han comenzado a preocuparse de la poca fe que tienen. Por supuesto, el preocuparse no remediará el problema. Lo que sí remediará tal cosa será un buen alimento de la palabra de Dios, proporcionado con regularidad y con abundancia. Dios dice: «La fe viene por el oir…la palabra de Dios» (Romanos 10:17).
No pierdas el tiempo contemplando tu propia fe, ya sea poca y débil; en vez de eso, aliméntala y la verás robustecerse. Proporciónale el rico y nutriente alimento de la palabra de Dios con regularidad y abundancia. La palabra de Dios, al contrario de otros alimentos, no produce efectos dañinos cuando se recibe en grandes cantidades. Dios te dice que permitas que esa palabra more en ti rica y abundantemente.
Dios y Su palabra nunca fallan
La fe nunca actúa en sí misma, sino que confía en alguien o en algo. Dios dice que ha dado a cada uno una medida de fe; aún así, muchas veces vemos mucha más fe en ciertas personas que en otras por la sencilla razón de que estas personas ponen su fe en el objeto indicado. Si nosotros ponemos nuestra fe en cosas o personas que nos fallan vez tras vez, nuestra fe se debilita.
Dios y Su palabra nunca fallan, nunca cambian y jamás decepcionan. Conforme creemos en Él y en lo que ha dicho – siendo cuidadosos para cumplir las condiciones que Él nos ha dado – recibiremos exactamente lo que Él dijo que recibiríamos; y así nuestra fe aumentará y se fortalecerá.
La fe que depende de lo que vemos, sentimos o experimentamos, no se hará fuerte ni siquiera continuará viviendo. Hebreos 11:1 nos dice que la fe trata con lo invisible, y Jesús dijo a Tomás que Él bendeciría a aquellos que se atrevieran a creer sin haberlo visto, refiriéndose también a aquellos que no lo hubieran sentido, o tenido alguna evidencia, tan sólo la palabra de Dios.
La Palabra es el escudo de la fe
Salmos 91:4 dice que la verdad de Dios (Su palabra), es un escudo. Efesios 6:16 dice que el escudo de la fe apagará todos los dardos de fuego del maligno; es decir, la palabra de Dios usada en testimonio contra Satanás.
Jesucristo usó la palabra de Dios en contra de Satanás cuando fue tentado en el desierto, y se nos dice que después de eso Satanás le dejó por algún tiempo – vencido por medio de la palabra de Dios usada en su contra por Cristo el Señor.
Efesios 6:16 nos dice que debemos tomar el escudo de la fe y levantarla entre nosotros y Satanás con todos sus ataques, y de esa manera sus dardos de fuego serán apagados e incapaces de dañarnos.
Tenemos que mezclar la fe con la Palabra
La fe no solamente es defensiva, sino que también es ofensiva. Se nos manda a «pelear la buena batalla de la fe», y la arma usada es la espada del Espíritu, la palabra de Dios. Conforme la fe lanza la palabra de Dios en contra de Satanás, resistiéndole firmemente, Dios declara que el diablo tiene que huir.
En Hebreos 4:12 se nos ha dicho que la palabra de Dios es poderosa, pero su poder opera sólo por medio de la fe que reside en esa palabra.
Crezca en la fe
El ejercitar la fe también es un medio por el cual ésta puede crecer. Conforme ejercitamos nuestra fe al «mezclarla» con la palabra de Dios, haciendo que nuestra fe se afirme del fundamento seguro – las promesas de Dios – la «medida de fe» que Dios nos ha dado crecerá y se rebustecerá.
En la parábola de los talentos (Mateo 25:16), la porción que el Señor dio a cada siervo que sí hizo uso de ella, fue duplicada por haberlo hecho. Cada día usa toda la fe que Dios te ha dado, y la verás duplicarse. La fe siempre agrade a Dios, y Él dice que «sin fe es imposible agradar a Dios» (Hebreos 11:6).
Cristo preguntó si hallaría fe en la tierra cuando regrese.
Cuando Satanás deseaba apoderarse de Pedro, Jesús oró sólo por una cosa: no que tuviera fe, porque él ya la tenía, sino que su fe no faltara.
Mantenga sus ojos fijos en Dios
Es posible hacer que nuestra fe falle al no depositarla en la palabra de Dios y mantenerla ahí, aun cuando Satanás contradiga esa palabra y ofrezca una mentira en su lugar. Podemos hacer que nuestra fe falle cuando miramos a las circunstancias, condiciones, o aun a nuestra propia fe.
Mas nuestra fe nunca nos fallará si mantenemos nuestros ojos fijos en Dios, en Su poderío, fidelidad, Sus firmes promesas, y en el juramento que Él ha hecho de mantener cada promesa que Él ha hecho.
Abraham se mantuvo mirando solamente a la promesa de Dios, y su fe no le faltó, sino que se fortaleció.
Cristo no estará satisfecho si nosotros tenemos solamente la fe que nos dio al principio. En Mateo 25:24-30, el siervo que había guardado todo lo que el Señor le había dado, regresándole la misma cantidad, fue llamado malo, negligente y poco provechoso, siendo echado a las tinieblas de afuera por no haber sido capaz de aumentar la cantidad que su Señor le había confiado.
El mandamiento de Dios para nosotros es que crezcamos y aumentar; y Él espera que todo lo que nos ha confiado aumente para que cuando Él regrese, podamos devolverle mucho más de lo que nos dio.
En Mateo 25:27 Cristo habla de recibir lo que es de Él con los intereses. Otra de las maneras en que podemos hacer que nuestra fe aumente, es por el medio de declararla. Esa es la razón por la cual Dios dice: «Mantengamos firmes, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza» (fe)…(Hebreos 10:23). La fe se hace más fuerte cuando usted confiesa lo que cree.
Ejercite su fe
Procuremos que crezca nuestra fe usando los medios dados por Dios para tal crecimiento de nuestra fe:
1. Alimentándonos constantemente de la palabra de Dios.
2. Mirando solamente a Dios, Su poder y Su fidelidad.
3. Teniendo a Dios y Su palabra como el firme fundamento donde descansa nuestra fe.
4. Ejercitando nuestra fe diariamente y a cada momento.
5. Manteniendo firme nuestra profesión por confesar lo que creemos. Que Dios pueda decir a cada uno de nosotros día tras día: «Tu fe crece abundantemente.»
– Tomado del libro, «Life of Faith» («Vida de Fe») por C. Nuzum. © 1.928 y 1.956 por Gospel Publishing House, Springfield, MO Traducido y usado con permiso.