«Dedicado a fortificar y animar al Cuerpo de Cristo.»

No Espere Las Condiciones Ideales

Por H. J. Ness

    Muy a menudo los cristianos están enredados en la trampa del diablo de esperar y buscar condiciones ideales ¾ predicadores y maestros ideales, iglesias y miembros ideales ¾ antes de creer que Dios obrara, o que viene el avivamiento; de hecho, antes de hacer aun alguna cosa.

    No hay predicadores ideales. Había Uno ideal, llenaba todos los requisitos, y le crucificaron.

    Tampoco hay iglesias ideales.

    El pentecostés vino a la iglesia joven mientras tenía temor y estaba sin poder. No estaba organizado ni tenía escuela, libros, himnarios o revistas, ni tenía escuela dominical ni prensa. Pero el avivamiento vino a este grupo de hombres y mujeres, y Dios los usó como instrumentos para el crecimiento de la iglesia cuando las condiciones estaban muy lejos de ser ideales.

    Martín Lutero encontró que las condiciones no podían ser peores, pero cuando Dios le llamó, él tuvo la fe e inteligencia suficientes para reaccionar, creyendo que Dios podía avivar en medio de tales condiciones, y más que eso, creía que Dios podía usarle a él. Dios lo hizo, y la reforma trajo un despertamiento que afectó la mayor parte del mundo.

    En el tiempo de Juan Wesley, las condiciones eran extremadamente impías; pero él, también, osó creer que Dios le usaría a él y a otros para avivar su obra, y el avivamiento llegó.

    ¿Alguna vez ha comenzado el avivamiento en condiciones ideales, o bajo predicadores ideales? No.

    Dios ha traído el avivamiento en medio de las condiciones más desalentadoras. Y casi siempre Él comienza avivando a un hombre (o a un puñado), dándoles una visión de lo que Él hará. Mientras los hombres reaccionan en obediencia, el avivamiento viene para bendecir a las multitudes.

    Así como el barco tiene que estar en movimiento para ser gobernado, así es con los hombres y las mujeres que Dios quiere usar. Deben andar en la luz que tengan, antes de que Él les dé más, o les guíe en las sendas del avivamiento real.

    Dios está listo para enviar el avivamiento ahora, y está buscando creyentes sin temor, que crean que Dios puede usarlos para traer el avivamiento a su iglesia, su área y más allá. Si espera las condiciones ideales, nunca lo experimentará; pero si confía que Dios obrará poderosamente, usándole aun a usted mismo, Él lo hará.

    Dios siempre ha obrado de esta manera.

    Tome, por ejemplo, a Josué. Primero, él aceptó la responsabilidad de guiar a los israelitas a penetrar en la tierra de Canaán para poseerla (bajo condiciones adversas), porque creyó que Dios le usaría para cumplir la tarea. Luego, cuando encontró al capitán del ejército del Señor, dijo en efecto: ¾¡A sus ordenes¾! No pidió que formaran un comité para planear la estrategia, sino sólo recibir sus órdenes del Capitán, porque estaba listo a obedecerle.

    Todavía es esta la manera de Dios, pero ¿es la nuestra?

    Los ciento viente antes del pentecostés asumieron la responsabilidad de esperar en oración ante Dios, preparados a obedecer sus órdenes; y Dios comenzó a obrar.

    Ahora, querido cristiano, pastor, líder, ¿creerá a Dios, haciéndose responsable y ofreciéndose a Él sin reserva, por un avivamiento real? Esta es la voluntad de Dios, y ahora es la hora de Dios. Mire al Salmo 119:126: "Tiempo es de actuar, oh Jehová, porque han invalidado tu ley". Y tenemos las mismas condiciones hoy día, por lo tanto ahora es el tiempo de Dios para obrar y avivar donde las condiciones sean opuestas a lo ideal.

    Escuche a Dios, y Él le escuchará a usted y contestará sus oraciones.

    Querido pastor y labrador cristiano, Dios puede y le usará aun cuando ni usted ni las condiciones sean ideales, si lo cree como lo hizo Josué.

    Y miembro cristiano de la iglesia, Dios puede usar a su pastor para avivar y bendecir, aun cuando él no sea lo ideal, si tan sólo cree en él, dando lo mejor en la oración y la fe, dando su plena cooperación. Pruébelo y verá.

    "Conforme a vuestra fe os sea hecho" (Mateo 9:29).